31.3.06

Espacio Libre (II)

Aquí tienes tu entrada
¡Te la regalo!
Ea, pa que veas.

30.3.06

Espacio Libre (I)

Ya es oficial: ¡La Barca de Sua ha pasado el primer corte y vamos a las semifinales de Espacio Libre!

Esta tarde, en una reunión, nos informarán de más cosillas y sortearán el orden de actuación -cuántos sorteos ultimamente-, así que la hora, por confirmar.

(31/03/06) A ver, ya sabemos hora

La hora: 21:30
El sitio: Sala Tren
El día: 7 de Abril
El precio: gratis

Tú: tienes que venir

27.3.06

Heridas

No sabía donde estaban -me dijo-, ni siquiera sabía que estaban. Eran muchas y muy pequeñas. Poco a poco, durante los diez meses de lucha, fueron poblando mi cuerpo.
Al principio casi no se notaban, pero poco a poco empecé a sentirme más y más cansado. Los esfuerzos cotidianos empezaron a hacerse penosos.
Lo achacaba a otras cosas, buscaba razones. Indagaba en mis costumbres, en mis acciones.
Quise acostumbrarme a vivir con ello, pero no podía. Me faltaba energía.
Llegó el momento en el que empezó a afectar a las personas que tenía alrededor.
Fueron, sin embargo, las mismas heridas causantes de aquel mal las que me salvaron. Porque cuando iba a echarlo todo a perder, me hicieron caer al suelo, derrotado. Vencido.
Entonces las vi y lo comprendí todo.
Es difícil curar las heridas cuando no sabes que las tienes.

21.3.06

Pellizquico



...es lo que nos dió anoche escuchar a Marina Heredia arrancarse el alma a jirones sobre las tablas del José Tamayo. Impresionante. Y mira que El Potito dejó el escenario bien calentito, con una demostración de raza que echó abajo el teatro. Pero, claro, cualquiera eclipsa a la granadina.

Salimos de allí con la sensación de haber sido testigos de algo que se repite pocas veces. Y con el compás metiíco en las venas.

16.3.06

No te vayas todavía

Qué grato es rectificar

Con lágrimas en los ojos entré en el taller de bicis, suplicando un remedio a la enfermedad de mi pobre mustang. El doctor bicicletero me miró con expresión grave, se rascó la barbilla, y me dijo con serenidad que sólo podría curarla un especialista, un cirujano-soldador en una operación a vida o muerte.

No tardé en encontrar uno y, en medio de la tormenta, salí de casa con ella en mis brazos. "No tengas miedo" - le decía - "todo va a salir bien". Ella me miró con los platos casi sin brillo y con un hilo de voz me dijo: "Tengo frío". "¡Aguanta un poco más! ¡Sólo un poco más!", le espetaba.

Pepe, el soldador, hizo un gran trabajo, y esta mañana le han dado el alta. Nuestro reencuentro, pues mejor ni os lo describo: pura emotividad.

13.3.06

Adiós, mustang

El final de un ciclo



Mi fiel mustang, y la grieta mortal.

Me acado de dar cuenta ahora mismo, al subirla en el ascensor. Llevaba días notándole un comportamiento extraño que le achacaba al plato grande, pero al ponerla de pie, me he encontrado con la herida.

Una enorme grieta en el cuadro que va casi de lado a lado. Una avería irreparable para una bici de 13 años.

14 tenía yo cuando empecé a suplicar a mis padres para que me compraran una. Recuerdo que ese verano lo pasé coleccionando los códigos de barras de la leche merengada Puleva para que me tocara una. 15 cartas envié, cuya única respuesta fueron 4 camisetas talla M que nunca pude ponerme.

Al año siguiente, por mi 15 cumpleaños, decidieron ceder y comprarla. Recuerdo que ese verano le hice más de 5000 kilómetros a mi flamante Orbea Mustang, con su manillar de cuernos de cabra que era la admiración de los de mi pueblo.

Son incontables las tardes en las que ella y yo nos perdíamos por ahí. Incontables los atardeceres en la presa de Quéntar. 5 años después me saqué el carnet de coche y la olvidé un poco, pero hace 4 que la recuperé y 2 que me lleva todos los días al trabajo y es mi principal medio de transporte.

Tanto trote y tantos años han acabado hoy con ella. Sólo faltaban 3 meses para que nos fueramos juntos al Camino de Santiago. Mal comienzo de semana este.

10.3.06

Agüelear



Viene el buen tiempo, y con él, las ganas de fiesta. Es por ello que este es el nuevo lema de la Campaña Primavera-Verano 2006, que trae la puesta de largo de un nuevo e interesante verbo: agüelear.

Así que ¡Guardemos las mesas camilla y salgamos a la calle!. Eso sí: evitando concentraciones innecesarias y convocatorias para el desmadre comunitario. Ya nos desmadraremos nosotros solitos y sin molestar a nadie.

7.3.06

Regresos

El hormigón brilla a veces por el agua que cayó. Hormigón, metal, chapa y suciedad, lo que deja ver la noche.
Edificios raros, extensiones sin detalle. Alguna luz.
Destellos en el cristal de la ventana del autobús donde apoyo mi cabeza.
La suya está en mi hombro, mientras atravesamos los últimos polígonos industriales de Madrid.
La gente del bus se resiste a dormir. Se escuchan animadas charlas en varios idiomas.
"¡Van a despertarla!" pienso. Supongo que no son conscientes de nuestro cansancio y no tienen la culpa.
Ella se acomoda y yo le beso la frente. Froto suave mi mano contra su brazo. Todos los fines de viaje suelen ser así, mezcla de melancolía y ternura. Es el final del sueño y la vuelta a la realidad. La mente esta fuera de los esquemas cotidianos y, poco a poco, vuelve. Pensando me quedo dormido.

3.3.06

Beatriz

Han pasado muchos años ya desde el instituto, y el recuerdo que guardo de él es doblemente distante, ya que no fueron tampoco mis mejores días. No es que fueran malos, pero, aunque tuve grandes amigos, no acabé de encajar en el ambiente.

No recordaba tampoco a muchas de las personas con las que compartí clase. Aun así, la reconocí en seguida. Llevaba unos instantes escuchando un nombre en la tele que me resultaba familiar, y cuando la vi en una de las fotocopias que sus familiares difundieron, me quedé helado.

Una chica como yo, como tu, una persona normal, una antigua compañera. También tenía un trabajo y se estaba independizando. Tenía pareja desde no hacía mucho. Una chica normal se cruza con las dos personas que no debió cruzarse y ya está.

Sólo espero que se descubra todo y que los encuentren. El daño está hecho, un daño inmenso. Pero ellos están en la calle. Y prefiero ni pensar.

1.3.06

Vacaciones

Supongo que, cuando durmamos un poco, la memoria selectiva se encargará de borrar el autobús de anoche y se quedará con imágenes como esta, y, claro, otras mejor definidas también, pero esta autofoto con el móvil es la que tengo ahora a mano.

Qué rico el sol, qué buenos esos 22 grados, qué desayunos que nos hemos marcao, qué chulo "nuestro" Seat Córdoba, qué buena nuestra terracita en el apartahotel, qué bañitos en el Atlántico, qué impresionantes Los Gigantes, qué guapo el Teide, qué bosques, qué buenos los roscos de Vilaflor,...

...qué ganas tengo de que nos volvamos a ir de vacaciones, morena!
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.