Uno de esos poemas churripuercos que tenía por ahí guardado.
Bajan cabizbajos la calle
los deseos descartados
al barajar la realidad.
Llevan veinte botellas de vino
del color de sus zapatos.
Silvan canciones malditas
escritas en re menor.
Evitan tratar ciertos temas
capaces de llamar al dolor
por su nombre, y la noche,
la noche negra les cayó.
Son siluetas de tinta china
sobre un mar de carboncillo.
En la mano llevan un lápiz del dos:
se lo quitaron al bajar la marea,
aquella que nos hundió,
aquella de los charcos
negros en el corazón.
Miden todos metro noventa y uno
todos, tal vez, quiza no
creo que se estan diluyendo
sobre un mar de carboncillo,
los deseos, que se pierden
al barajar la razón.
16.1.06
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4 comentarios:
¡¡Es bonito!!
¡¡Que chulo!!!
Solo 20 bottiglie di vino
Chi dice di più, chi dice di meno...
Menos mal que no lo descartaste finalmente...
Abrazos mil Maese, me acuerdo bien de usted!
Gracias inwit
Ole, Lucerita, lo has pillao al vuelo ¡¡Alzate le mani!!
Fleur, y yo de usted, si duda.
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