...abre sonriente la puerta de su casa y recuerda al que se fue que, como de costumbre, la abandonó precipitadamente -en eso se parecerá, cree, bastante a él aún-.
La casa vuelve a oler a ella misma, el mismo olor que percibió -hace ya un año- al entrar en ella por primera vez.
Deja la bici que ha sido su casa ambulante durante estos quince días, descuelga las alforjas polvorientas de kilómetros y kilómetros de caminos, y sonríe al volver a ver la vieira que colgó en ellas, y que justo en ese momento se convierte en un recuerdo.
Lo realmente grande de los buenos viajes, piensa, es que el que vuelve nunca es igual que el que se fue, y nunca lo será.
El que vuelve pone aquel CD que lleva tantos días canturreando y se mete en una ducha que al fin es suya, se peina por primera vez y sonríe de nuevo:
Ha estado contando los días, y a la cuenta le quedan sólo minutos. ¡Sólo minutos para verla!
31.7.06
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3 comentarios:
Más románticoooooo...
Volvi!
:D
cervezas y dedales!
cervezas y dedales!
pincho era entonces un... ¿?
(que mensaje mas loco!!)
noto cierto tono romantico esta vez...
el luigi tambien tiene su corazoncito! :D
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