No vuelvo a casa de mis padres
Después de miles de llamadas a las agencias, de patearme esta ciudad de arriba a abajo, de aguantar las tomaduras de pelo de las inmobiliarias, al fin lo he conseguido. Los padres de un colega tenían un piso que cumplía con las condiciones para la subvención, y pá llá que me voy.
Con esto termina la serie de post inmobiliarios y este blog (y esta persona que sus-escribe) vuelven a la relativa normalidad de siempre.
Da gusto estar en casa.
4.8.05
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4 comentarios:
OOOleeee!! Me alegro un montón, al final todo ha sido como dijiste en tu anterior post, increible. Ya sólo nos queda esperar una inauguración en toda regla. besitos!
Muchísimas gracias!! En cuanto redecore un poco el piso (mis caseros tienen un gusto algo bizarro) montaré un pequeño refrigerio de inauguración al que estais por supuesto invitados.
Por dónde cae el afortunado (piso)?
Sigo por el Záidin, vieeeo, pero un poco más pal fondo.
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