
Cuando el invierno pierde sus dientes de leche
y abre un día los ojos sacudiendo el sopor y la nieve
descubre perplejo que le ha nacido una flor del vientre.
Se miran un rato en silencio, confundido él, risueña ella
entre sus manos frías y quietas, baila una danza lenta.
Un cosquilleo sacude entonces el cuerpo tendido como un sueño leve
y nace lenta la hierba en su pecho, sus brazos, su vientre
"esto debe ser" piensa,
"que ya me ha crecido la primavera"
1 comentario:
Lo malo de la primavera es que acaba llegando el verano y con él, el insoportable calor.
Saludos.
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