7.8.06

Reminiscencia de una infancia encontrada en un parque



La imagen original es de Parroco, publicada en disparaleatodo.com
La luz convierte en pieles de melocotón extendidas las calles.
Se deja dividir en finas tiras por los árboles que nos dan cobijo.
La risa imparable de la niña salpicada por el agua de la fuente.
El olor de los cipreses apoyados en el muro de cal blanca.
El beso de la brisa de abril sobre los brazos que asoman por las cortas mangas de las camisas de domingo.
Los juegos a los que jugamos, el corazón siempre saltando, los límites que no tenemos.
La tarde siempre está cayendo.
Los ojos siempre acostumbrándose a la carencia paulatina de luz.
El sabor de los caramelos.
Y siempre el juego, juego, juego

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el otro día en la playa me subi a un columpio..

me estaba un poco apretao.

fue curioso que me diera miedo los primeros balanceos.

Anónimo dijo...

Como me ha gustado esa foto!


lo del sustillo en el columpio es algo que se olvida con el tiempo, y que cuando vuelve rejuvenece.

Me alegro de leerte!

Anónimo dijo...

no hace falta!!!


;)

una servesa??

Anónimo dijo...

Me entraron ganas de jugar ^^


Aquí estamos ya :D

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